El mármol y el granito son materiales naturales de gran belleza y elegancia. Se han utilizado desde tiempo inmemorial para la decoración y el arte. Tienen diferentes texturas, colores y tonalidades. En nuestros días se ha innovado en acabados y posibilidades, pero debemos saber que ambos son materiales naturales que exigen un cuidado especial.

No olvide que si elige MÁRMOL o GRANITO, ha optado por una solución natural, de gran belleza y elegancia inigualable.

  • Seleccione el material en función del uso que se le va a dar: exterior o interior, zona de paso o no, baños o cocina, suelo o encimera...
  • Cuidado con lo que apoye o deje encima de mármol o de granito. El mármol, sobre todo, es un material muy poroso y absorbe con facilidad cualquier sustancia.
  • La mejor limpieza es siempre con agua y jabón neutro.
  • No se deben usar productos abrasivos como lejía, amoniaco... porque eliminan el brillo, el color y el acabado característicos. También se debe cuidar con el uso de vinagre o limón.
  • El polvo o la arena pueden dejar rayas, si no se aspiran o si se arrastran sin cuidado.
  • Si cae cualquier mancha límpiela cuanto antes y, si es tarde, consúltenos para evitar mayores daños.
  • Las manchas profundas en el mármol a veces se solucionan con un nuevo pulido y abrillantado.
  • Tenga en cuenta que por ser piedras naturales no hay uniformidad en su aspecto. Por ello, puede haber diferencias entre baldosas o piezas del mismo material (tonos, acabados, vetas...). Ahí reside uno de los atractivos de estos productos porque cada pieza es única en color y diseño. A veces lo que parecen “manchas”, son vetas o marcas del material.
  • Los acabados también influyen en el mantenimiento. No es lo mismo una pieza rugosa y sin pulir, que una con brillo y lisa.
  • Póngase siempre en manos de profesionales y atienda a sus consejos sobre la dureza, la resistencia y la porosidad de cada material.